lunes, 15 de abril de 2013

Reflexión


Reflexión:

El hombre que busca el camino debe enfrentar el desafío de energías discordantes, que dificultan su progreso, pero una vez superadas lo fortalecen en gran medida. Muchas veces estos bríos se disfrazan como corderos y se esconde con sigilo ante nuestros ojos disfrazadas de bondad amor y humildad no son más que ego disfrazado. 


Cuando nos enfocamos en llevar a cabo una vida espiritual debemos hacer frente a una realidad donde estas energías abundan por doquier con apariencias altruistas y con buenos valores aparentes. Pero por detrás del velo son impulsadas por el ego y todo lo que eso conlleva. 

Los movimientos espirituales como sectas, logias, linajes, religiones o movimientos sin estructura, son utilizados muy frecuentemente por estas energías para desviar al caminante de su real propósito, la verdadera unión con su YO SUPERIOR.

Con estas palabras no estoy condenando al fuego a todos los grupos espirituales, pues hay algunos grupos que son conscientes de su real trabajo. Pero son los que vemos con menos frecuencia, por el contrario lo que abundan son proyectos que comienzan de corazón y bajo la ley pero son corrompidos por las energías más bajas en alguna manera, en ese momento se pierde el real objetivo por el cual fue creado el grupo y aparecen las individuales. Personas que osan creerse indispensables y poseedores de la verdad, es por este motivo que utilizo la frase de “un lobo disfrazado de cordero” los menos prudentes y con menos discernimiento son arrastrados bajo estos engaños que con sedas de bondad se ocultan, solo quien es cauteloso lo ve. 
El caminante debe cultivar una actitud crítica y de completa percepción de los sucesos que directa o indirectamente nos envuelven, tratar de observar los reales objetivos que puedan tener ese grupo o ese líder espiritual. El entusiasmo de muchos que comienzan en su propia realización es absorbido bajo estas entidades, proyectando un trabajo que debería de ser interno eh individual a algo completamente distinto “La verdadera búsqueda está dentro de uno mismo”.

Uno puede ser arrastrado por una ideología que proclama el bien, pero por más noble que parezca es llevada a cabo desde el ego, por lo tanto es envuelto en estas energías por mucho tiempo siendo desorientado y perturbado. 
Un hombre cuya bondad por naturaleza se muestra puede ser corrompido y convertido en una persona cruel, sin saberlo un buen samaritano puede ser desviado y desagotado y transfigurado a una persona pedante y arrogante. 

Actualmente y como a lo largo de los tiempos, el místico convencional se cree que ha escapado de esto y alude estas palabras a los que vilmente son engañados por las religiones que estos místicos critican, y no toma en cuenta que este lobisón se encuentra muy dentro de ellos. 
Nadie está libre de caer bajo esta trampa muy bien elaborada. 



Diego Campomar



Nota Aclaratoria: Me he visto a escribir nuevamente esta nota dado las dudas que han surgido de este artículo. Hacer click aquí para leerla.



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