Reflexión:
Cuando
nos enfocamos en llevar a cabo una vida espiritual debemos hacer frente a una
realidad donde estas energías abundan por doquier con apariencias altruistas y
con buenos valores aparentes. Pero por detrás del velo son impulsadas por el
ego y todo lo que eso conlleva.
Los movimientos espirituales como sectas,
logias, linajes, religiones o movimientos sin estructura, son utilizados muy
frecuentemente por estas energías para desviar al caminante de su real
propósito, la verdadera unión con su YO SUPERIOR.
Con estas palabras no estoy
condenando al fuego a todos los grupos espirituales, pues hay algunos grupos
que son conscientes de su real trabajo. Pero son los que vemos con menos
frecuencia, por el contrario lo que abundan son proyectos que comienzan de
corazón y bajo la ley pero son corrompidos por las energías más bajas en alguna
manera, en ese momento se pierde el real objetivo por el cual fue creado el
grupo y aparecen las individuales. Personas que osan creerse indispensables y
poseedores de la verdad, es por este motivo que utilizo la frase de “un lobo
disfrazado de cordero” los menos prudentes y con menos discernimiento son
arrastrados bajo estos engaños que con sedas de bondad se ocultan, solo quien
es cauteloso lo ve.
El caminante debe cultivar una actitud crítica y de
completa percepción de los sucesos que directa o indirectamente nos envuelven, tratar
de observar los reales objetivos que puedan tener ese grupo o ese líder
espiritual. El entusiasmo de muchos que comienzan en su propia realización es
absorbido bajo estas entidades, proyectando un trabajo que debería de ser
interno eh individual a algo completamente distinto “La verdadera búsqueda está
dentro de uno mismo”.
Uno puede ser arrastrado por una ideología que proclama
el bien, pero por más noble que parezca es llevada a cabo desde el ego, por lo
tanto es envuelto en estas energías por mucho tiempo siendo desorientado y
perturbado.
Un hombre cuya bondad por naturaleza se muestra puede ser
corrompido y convertido en una persona cruel, sin saberlo un buen samaritano
puede ser desviado y desagotado y transfigurado a una persona pedante y arrogante.
Actualmente y como a lo largo de los tiempos, el místico convencional se cree
que ha escapado de esto y alude estas palabras a los que vilmente son engañados
por las religiones que estos místicos critican, y no toma en cuenta que este
lobisón se encuentra muy dentro de ellos.
Nadie está libre de caer bajo esta
trampa muy bien elaborada.
Diego Campomar
Nota Aclaratoria: Me he visto a escribir nuevamente esta nota dado las dudas que han surgido de este artículo. Hacer click aquí para leerla.
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