EL ALOE VERA - LA PLANTA MÁGICA

Cada vez más usada para regenerar tejidos y proteger nuestro
organismo de enfermedades, esta planta posee un sinfín de propiedades
beneficiosas al alcance de la mano. Entre éstas están: la digestiva, que regula
el tránsito intestinal y es estupenda contra el acné; la cicatrizante, que
mejora el estado general de la piel y, entre muchas proezas más, estimula las
defensas del organismo. Cómo actúa, cuáles son las diferentes formas de usar la
planta y qué remedios caseros se pueden preparar.
Fórmulas para usarla
1- Zumo: el jugo del áloe se extrae de la pulpa. Es la forma más
popular de tomarlo. Se diluye una cucharada sopera en medio vaso de agua y se
toma de una a tres veces al día antes de las comidas.
2- Gel: forma parte del gel de ducha para poder aplicarlo así en
la higiene diaria. Es una forma poco concentrada (depende del fabricante).

4- Pomada: abrir varias hojas para obtener gran cantidad de gel
y hervirlo hasta formar una pasta espesa que se guarda en frascos limpios, en
un lugar fresco y se utiliza igual que las hojas.
5- Vino tónico: el gel fermentado con miel y especias recibe el
nombre de “kumaryasava” en la India y se emplea como tónico contra la anemia y
los trastornos digestivos y hepáticos.
6- Inhalaciones: Utilizar el gel en vahos contra la congestión
bronquial.
7- Tintura: utilizar de uno a tres mililitros por dosis como
estimulante del apetito o contra el estreñimiento. Su sabor es desagradable.
8- Polvo: Se usan 100-500 mg. por dosis o en forma de cápsulas
como purgante para el estreñimiento persistente y para estimular el flujo de la
bilis.
Cómo actúa el aloe vera, según el sistema:
Cardiovascular: regula la tensión arterial, tanto en los casos
de hipertensión como en los de hipotensión; produce un descenso de angina de
pecho y también disminuye el colesterol LDL y triglicéridos, produciéndose a su
vez un aumento del colesterol HDL.
Hepatobiliar: beneficia al sistema digestivo; purifica la sangre
y ayuda a curar algunas formas de hepatitis A y B.
Respiratorio: tiene un efecto broncodilatador, inmunomodulante y
antiinflamatorio, por lo que reduce los síntomas del asma alérgico. En los
resfriados, gripes y asma se obtienen excelentes resultados con inhalaciones de
Aloe, con hojas en agua caliente; además descongestiona aspirando sus vapores.
También en rinitis, sinusitis, alergias y constipados se puede utilizar jugo
rebajado en un algodón y colocándola en las fosas nasales.
Digestivo y excretor: una cucharada de jugo antes de las comidas
facilita la digestión; las úlceras estomacales y duodenales se pueden tratar
con una cuchara sopera de esta planta, dos o tres veces al día disueltas en
agua.
Óseo: el reuma, artrosis y artritis pueden tratarse también
mediante compresas de esta planta. En las isquialgias o lumbago también es muy
útil si no son provocadas por hernia de disco, al ser muy rico en vitaminas y
minerales.
Dérmico: actúa como pequeño filtro solar, retrasa el
envejecimiento, calma los dolores de las quemaduras. También suele ser muy útil
para el tratamiento del acné.
Remedios caseros
Enfermedades gastrointestinales y cáncer: Para prevenirlas se
debe tomar una cucharada de jugo de áloe vera a la mañana, el cual se obtiene
de la babosa de la planta.
Aftas y herpes: Un buen remedio es mezclar partes iguales de
jugo de Aloe Vera y agua, y hacer enjuagues 3 ó 4 veces al día.
Dolor de muela: Alivia el dolor y rebaja los flemones.
Igualmente, se puede usar como preventivo de las caries y protege los dientes
contra el desgaste del esmalte.
Caída del cabello: Procesar
o licuar la pulpa de tres hojas de Aloe. Aplicar en el cabello limpio, masajear
el cuero cabelludo durante unos minutos y dejar actuar media hora por día.
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Yo no sé las realidades de esta planta, pero todos hablan muy bien y entiendo que es interesante conocer las informaciones que nos aconsejan,
ResponderEliminarAsi pues, gracias por ellas