Nuevo camino, nuevos ojos,
nuevo corazón, nueva percepción, un nuevo cuerpo y nuevos amigos; eso es lo que
recibí cuando me animé a empezar a caminar.
Tuve mis aprendizajes difíciles en
la vida, como toda persona, pero aprendí que con compañía, paciencia y
templanza, las cosas siempre toman un gusto muy diferente.
Aprendí que donde
hay amor al proceso, sobran los códigos, o como dice la frase;
"Donde reina el amor, sobran las leyes."
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