El árbol al igual que las personas está emitiendo vibraciones
energéticas constantemente y son perfectamente asimilables por el ser humano,
se pueden absorber y podemos beneficiarnos de sus efectos.
Existen dos formas fundamentales de captarla:
A TRAVÉS DE LA ENERGÍA DEL ÁRBOL:
Su extensión es más o menos grande según las características de
cada árbol y su situación ambiental. Bastará penetrar en su radio de acción.
Este tipo de energía se absorbe con el simple hecho de pasear por un bosque,
conscientemente podemos aumentar su captación regulando nuestra respiración a
un ritmo tranquilo y algo profundo.
En la práctica, esto lo podemos hacer:
1.- Camina entre los árboles y escoge alguno que te llame la
atención.
2.- Acércate a él, obsérvalo y capta su energía, no trates de
analizarlo mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono
vibratorio.
3.- Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos, con tu mano
izquierda. Reconoce su fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un
árbol solitario o un pastor de árboles que tiene influencia sobre el colectivo.
Capta si su energía es curativa, o si es protectora y amorosa, o si es sabia, o
si es imponente en todo ese territorio o de cualquier otro tipo. Acepta esa
energía sin más y pregúntate si deseas recargarte a ti mismo con esa fuerza.
4.- Establece contacto con la energía del árbol mediante tu corazón
energético. Vacía tu ruido interno, fluye en el amor y escucha al árbol. Capta
su espíritu. Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la
comunicación es energética y no sonora. Puedes pedir consejo sobre cualquier
situación que necesites, cargarte de energía, relajarte o aceptar su sabiduría.
5.- Escúchala en tu corazón, da las gracias, levántate y despídete
poniendo tu mano derecha sobre su tronco.
EN CONTACTO DIRECTO CON EL ÁRBOL:
A través de ellas podemos realizar una captación más consciente,
son una zona muy sensible a la emisión y captación vibratoria ya que en la
palma existen varios puntos de entrada y salida de energía. La posición más
conveniente es la de seguir las grietas o fisuras de la corteza en el sentido
que las presenta el árbol.
La parte central de la espalda, recorriendo la columna vertebral,
se encuentra el canal energético principal del cuerpo. Apoyando esta zona en el
tronco del árbol absorberemos la energía que emana.
Francisco Javier Garcia Azañedo
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