Una mujer alemana vive voluntariamente sin dinero durante 16 años
Una mujer
alemana decidió probar vivir sin dinero para ver que sería de su vida si
abandonaba los bienes materiales. El experimento se ha prolongado 16 años y la
vida extraordinaria de esta mujer ha sido documentada en la película 'Vivir sin
dinero'.
22 julio 2013
Heidemarie
Schwermer procede de una familia acomodada. Su padre era el dueño de una
cafetería en Prusia, pero durante la Segunda Guerra Mundial la familia se
arruinó y necesitó mucho tiempo para recuperar su estatus anterior. Esta
experiencia sirvió a Heidemarie para comprender la inestabilidad y futilidad de
los bienes materiales y desde entonces le fascinó la búsqueda de formas de
vivir sin dinero.
Al cumplir
50 años la mujer decidió dejar su trabajo de psicoterapeuta, vender su
apartamento, deshacerse de todas las cosas que no cabían en una maleta pequeña
y empezar su "aventura".
En el año 1994
Schwermer fundó el primer círculo de intercambio de servicios simples de
cuidado de niños o limpieza de casas por bienes tangibles en Alemania. "Me
di cuenta de que cada vez necesitaba menos dinero y entonces pensé que podía
tratar de vivir un año sin dinero", comentó la psicoterapeuta en una
entrevista a la revista 'Business Insider'.
Yo solo
quería hacer un experimento y en ese año, pero me gustó mi nueva vida y ya
no quiero volver a la vieja
El plan de
12 meses se convirtió en la vida de la mujer durante 16 años. "Yo solo
quería hacer un experimento y en ese año, pero me gustó mi nueva vida y
ya no quiero volver a la vieja", explica Schwermer.
La jubilada,
que ya se acerca a los 70 años, dona toda su pensión a los necesitados y evita
las preguntas sobre su edad. "A
la mayoría de la gente de mi edad le gusta sentarse en el jardín; a mí me gusta
viajar", dice ella.
Cuando
Schwermer anunció su idea, no recibió el apoyo de sus familiares y amigos. Sin
embargo, ve a sus dos hijos y tres nietos un par de veces al año y dice que se
han acostumbrado a su estilo de vida y están orgullosos de lo que hace.
Inicialmente
realizaba diferentes tareas en las casas de sus anfitriones, como jardinería o
lavar ventanas, para ganarse la vida, pero últimamente la gente no espera nada
a cambio del hogar que le brindan, asegura la mujer. Cuando llega el momento de
cambiar de lugar (algo que hace después de una semana de visita), los dueños de
la casa o amigos le regalan ropa y cosas necesarias, lo que Schwermer llama
"milagros" en vez de caridad. El único pago que acepta es lo
suficiente para cubrir su billete de tren, que la llevará a un nuevo lugar.
La mujer ha
rechazado muchas propuestas de extender la visita, incluidas las de quedarse de
forma permanente. "Pero yo digo que yo no puedo", dice Schwermer.
"Siento que me tengo que ir. Es mi trabajo estar con la gente. Soy como un
peregrino de paz. Voy de casa en casa compartiendo mi filosofía".
"Creo
que es necesario ver que todos tenemos el mismo origen y que el mundo entero es
un solo organismo. Somos pequeñas células y tenemos que trabajar juntos",
dice Schwermer para explicar su forma de entender la vida.
Que historia increible! Viviremos esto un dia. Sin la existencia del dinero? Todo un camino a emprender, dificil pero no imposible
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